El cambio climático es un problema que afecta a todo el planeta y va en aumento. Las consecuencias de este son una amenaza para el medio en el que nos encontramos y sus habitantes que dependen directamente de él para subsistir.
Una de las principales causas de esta realidad son los gases de efecto invernadero de los cuales la actividad humana es directamente responsable. Estos gases contribuyen al aumento de la temperatura global, cuyas consecuencias son peores para las poblaciones más pobres.
Los países empobrecidos necesitan dinero y tecnología para hacer el cambio a fuentes de energía limpia como la energía solar y eólica. Los países desarrollados están dispuestos a ayudar, pero están reacios a asumir compromisos firmes. La reducción verificable de la emisión global de gases de efecto invernadero requiere un enorme volumen de recursos financieros y tecnológicos, destinados al financiamiento de la transición energética, por un lado, y de la reconversión del modelo de crecimiento, por otro. Los fondos comprometidos hasta ahora están muy lejos de los requerimientos mínimos.
La intromisión de intereses económicos en la investigación sobre las causas y soluciones del calentamiento global hace que las medidas sean poco relevantes.
Aumentar el nivel de conciencia sobre esta problemática y promover pequeños cambios a lo interno de los hogares que finalmente tienen un impacto importante a nivel global. Por ejemplo; con la utilización de bombillas de alto rendimiento energético o reducción de desperdicios de agua o alimentos
Establecer políticas públicas de difusión de esta problemática para informar a la sociedad y dotarla de herramientas que permitan un consumo más responsable y sostenible.
Aprovechar las herramientas de la cooperación internacional para gestionar soluciones que reduzcan el consumo y la contaminación ocasionada por el deficiente tratamiento de los recursos.
Identificar los “puntos críticos” y las áreas de oportunidad para reducir los impactos ambientales y sociales a través de innovaciones que permiten el consumo responsable y sostenible tanto dentro como fuera de la empresa.
Campañas de sensibilización sobre el consumo responsable que impacten a la comunidad universitaria en general y que se traduzcan en políticas institucionales que impliquen la reducción de desechos y menos desperdicios, así como un consumo informado y responsable.
Estrategias para la contratación y la compra pública responsable.